Giovanni Papini (1881-1956)
Escritor nacido en Florencia, en 1881. Sus letras marcaron toda una época y
tuvieron honda influencia en la literatura italiana, así como le allegaron al
autor el reconocimiento internacional. Polemista apasionado, Papini dejó en su
autobiografía, Un hombre acabado, una melancolía en páginas que para muchos
representa su obra maestra. Como ensayista se hizo célebre con sus libros El
diablo, Don Quijote del engaño y Gog. Ya en la madurez, se convirtió al
catolicismo y escribió las biografías de Miguel Ángel, Dante y la célebre
Historia de Cristo. En palabras de Jorge Luis Borges, "Si alguien en este siglo
es equiparable al egipcio Proteo, ese alguien es Giovanni Papini, que alguna vez
firmara Gian Falco, historiador de la literatura y poeta, pragmatista y
romántico, ateo y después teólogo". El propio Borges dice que "hay estilos que
no permiten al autor hablar en voz baja. Papini, en la polémica, solía ser
sonoro y enfático". En estos cuentos apenas se escucha la voz del autor son
narraciones en murmullos. El lector de estas páginas recorrerá los laberintos
compartidos y enigmáticos de la intimidad humana. Los personajes parecen
fantasmas desconocidos; figuras que sólo aparecen en las páginas de un libro y,
al mismo tiempo, delatan rostros que vemos todos los días en los espejos. Papini
narra con una sencillez y claridad cuya lectura no sólo entretiene sino también
provoca. Que un hombre sea preso de él mismo, que los hombres se puedan apropiar
de los demás, que las almas sean una mercancía cotizada y que nuestros propios
retratos sean caras cambiantes; nos provoca una reflexión personal más allá de
los párrafos. Papini también provoca al escritor que todos deberíamos llevar
dentro; parecería entonces fácil emular sus fábulas, continuar sus cuentos y
seguir su ejemplo de letras, pero esta provocación es engañosa, pues pocos han
logrado narraciones de tal perfección como la alcanzada por Papini en estos
breves cuentos. Quizá la provocación más evidente de estas páginas sea la
inevitable invitación a proseguir la lectura, pues como todos los grandes
escritores, Papini es un autor que no sólo debe leerse, sino que se deja releer
fácilmente y ése es el mejor homenaje que le podemos rendir.
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