Ángel Martín Municio Científico. Presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Nacido en Haro el 30 de noviembre de 1923 y fallecido el 23 de noviembre del 2002 en Madrid. Su padre, juez de instrucción, fue destinado a Salamanca, donde él estudió Ciencias Químicas y obtuvo la licenciatura, con la calificación de sobresaliente y Premio Extraordinario, en 1946. Profesor adjunto entre los años 1948 y 1951 de Química Orgánica en la Facultad de Ciencias de Madrid y en este periodo se doctoró en Ciencias Químicas por la Universidad de Madrid con la calificación de sobresaliente y Premio Extraordinario. Se traslado al extranjero para ampliar estudios de su especialidad, la Bioquímica, y entre 1951 y 1954 estudió como becario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad de Utrecht, en Holanda. Se convirtió en el primer miembro español de la Organización Europea de Biología Molecular, a la vez que era vicepresidente de la Conferencia Europea de Biología Molecular, en cuya fundación participó en 1971. Desde abril de 1982 y durante un año fue director de la Comisión de Investigación Biomédica para el Plan Nacional del Síndrome Tóxico. Es miembro de la Real Academia Española de la Lengua, a propuesta de los académicos Laín, Colino y Bousoño el 21 de octubre de 1982. El 29 de enero de 1984 pronunció su discurso de ingreso, en el que disertó sobre "La biología del habla y del lenguaje", y ocupó el sillón "o". Fue uno de los miembros más activos del Seminario de Terminología Científica de la Real Academia de la Lengua, que elaboró el primer volumen del "Vocabulario Científico y Técnico". En 1985 fue elegido presidente de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, tras la renuncia del profesor Lora-Tamayo. Además, era miembro de las comisiones de Publicaciones y Biblioteca, de Terminología Científica, de Historia de la Ciencia y de Política Científica. El Gobierno de La Rioja, no olvidó a Ángel Martín Municio y el Ejecutivo, presidido entonces por José María De Miguel, le concedió la primera Medalla de La Rioja, junto a Tarsicio Lejárraga el 9 de junio de 1985. El 16 de septiembre de 1987, ya como ex director de la comisión biomédica del Plan Nacional del Síndrome Tóxico, afirmó en nombre de cuatro peritos, en el juicio por este síndrome, que las lesiones de esa enfermedad no coincidían con una intoxicación por organofosforados. Como presidente de la Academia, en 1990 recogió el IV Premio Leonardo Torres Ouevedo, que le fue concedido a esa entidad por ser la primera institución que valoro los méritos creadores del ingeniero y científico español que lleva el nombre del Premio. Desde la creación de la Fundación BBV, en junio de 1990, formaba parte de su comité asesor científico y desde noviembre de 1993 era miembro del Patronato de la Fundación Central Hispano. Elegido vicedirector de la Real Academia de la Lengua, el 26 de marzo de 1992, institución a la que pertenecía desde hacía diez años. El 22 de junio de 1994 fue reelegido presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas. El 28 de noviembre de 1997 recibió uno de los Premios Excelencia que concede Diario La Rioja. Fue miembro fundador de la Fundación San Millán y el 8 de octubre de 1998 en acto presidido por el Principe de Asturias se le impuso la medalla junto al resto de los patronos de la Fundación. Ha publicado unos 80 trabajos, entre los que figuran: "Investigaciones sobre fosfatasas", "Bioquímica de Decetopiperacinas", '"Antituberculosos potenciales", 'Biosíntesis de ácido diaminopinélico en E. Coli", "Biosintesis del ácido teicoico y mucopéptido de paredes celulares de 'Staphylococcus lactis' 1-3'. Hasta su muerte producida en Madrid el 23 de noviembre del 2002, el académico dedicó una atención preferente a La Rioja y a todo lo relacionado con la lengua. |
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